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November 23, 2019

Danger Unlimited - John Byrne

In the 80s, John Byrne became the most important creator in the comics industry by revamping Superman in Man of Steel, and by writing the best run in Fantastic Four, comparable only to Stan Lee and Jack Kirby’s original run. In the early 90s, Byrne produced his last masterpiece, Next Men, but at the same time he was also working on other titles for Dark Horse, such as Danger Unlimited.

At the time, a lot of people wrongfully thought that Next Men was a simple copy or an imitation of Marvel’s X-Men, however, that had nothing to do with Byrne’s intentions as a creator. Danger Unlimited, on the other hand, was designed in such a way that’s impossible not to recognize the connections with the Fantastic Four. In the San Diego Comic Con of 1993, Byrne explained that “I got snotty and said ‘well, since nobody else is doing the Fantastic Four, I thought I would’”. Although it was intended as a joke, the truth is that, at the time, Marvel’s premier superhero family was going through a less than stellar period. So in many ways, Danger Unlimited is the superhero title Byrne wanted to write at the time, and it also begun as a reinterpretation of the Fantastic Four.

This is the basic premise of what was supposed to be an ongoing series: “In 1960, four heroes fought to save the world. In 2060, who will fight to reclaim it? A freak accident gave four friends strength and abilities that set them apart from normal men, and they used these abilities to fight the tide of evil as Danger Unlimited! Fast forward to the far-flung future, when the never-ending battle is actually nearing its end and the side of justice is losing; Earth has been conquered by an alien race and super-powered humans have been outlawed. The human race needs some help, some heavy-duty firepower, if it’s going to turn the tide and take back earth. It needs another Danger Unlimited”.
Doctor Carson & Calvin Carson
As I started reading Danger Unlimited for the first time, exactly 25 years after it was originally published, I immediately felt fascinated by the world John Byrne had created. The legendary author manages to tap into that creative drive that made him a superstar in titles like Fantastic Four, and I must say that I felt the same excitement and anticipation I had when I read Byrne’s Fantastic Four. This was clearly a passion project, something Byrne really wanted to do, and even the Torch of Liberty backup is amazing; these are the kind of tales that could have been told about Captain America, if Marvel hadn’t needed to appease the Comics Code Authority. This backup feature is written by Byrne and illustrated by his then son in law, Kieron Dwyer.
Calvin Carson: prisoner of the future / Calvin Carson: prisionero del futuro
The first story arc of Danger Unlimited is The Phoenix Agenda, comprised of 4 parts: “Rebirth” (originally published in Danger Unlimited # 1, February 1994), “Discovery” (Danger Unlimited # 2, March 1994), “Metamorphosis” (Danger Unlimited # 3, April 1994) “Genesis” (Danger Unlimited # 4, May 1994). My favorite chapter is probably the second one, in which we see how 4 adventurers gain unique powers and abilities; in “Discovery” Doctor Robert Carson and his children Calvin Carson and Connie Carson, meet Worley, and together they decide to explore a huge spaceship that landed on Earth centuries ago. There is always something tremendously appealing about the idea of extraterrestrial life coming in contact with humanity in the past, and although this idea had been previously used by Byrne in Fantastic Four and Superman, he still manages to surprise the reader and create suspense as only a master storyteller like him could. 
Enemy
Byrne’s art in Danger Unlimited is stunning. In 1994, Byrne was still at the top of his game. And even if I always say that Next Men was his last magnus opus, Danger Unlimited is just as great. Colorist Matt Webb also does magnificent work here. Finally, Byrne experimented with a unique form of shading “achieved with Duo-Shade, which is a chemically treated board. Printed into the surface in non-repro blue are two patterns (options of lines or dots) which become visible to the camera when painted on with special chemicals”. All covers were penciled and inked by Byrne, and then hand painted by artist Gary Cody. Unfortunately, the collapse of the comic book industry in the 90s killed the title before Byrne had the chance to finish what seemed to be an extremely promising story. What a shame. 
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En los 80s, John Byrne se convirtió en el creador más importante en la industria del cómics al renovar a Superman en Man of Steel y al escribir la mejor etapa de Fantastic Four, comparable solamente a la etapa original de Stan Lee y Jack Kirby. A principios de los 90s, Byrne produjo su última obra maestra, Next Men, pero al mismo tiempo también estaba trabajando en otros títulos para Dark Horse, como Danger Unlimited.
Doctor Carson & Worley
En ese momento, mucha gente pensó erróneamente que Next Men era una simple copia o imitación de los X-Men de Marvel, sin embargo, eso no tenía nada que ver con las intenciones de Byrne como creador. Danger Unlimited, por otro lado, fue diseñado de tal manera que es imposible no reconocer las conexiones con los Cuatro Fantásticos. En el Comic Con de San Diego de 1993, Byrne explicó que "me puse arrogante y dije 'bueno, ya que nadie más está haciendo los Cuatro Fantásticos, pensé que lo haría yo'". Aunque fue pensado como una broma, la verdad es que, en ese momento, la principal familia de superhéroes de Marvel estaba pasando por un período nada estelar. Entonces, en muchos sentidos, Danger Unlimited es el título de superhéroes que Byrne quería escribir en ese momento, y también comenzó como una reinterpretación de los Cuatro Fantásticos.
Alien
Esta es la premisa básica de lo que se suponía que sería una serie mensual: “En 1960, cuatro héroes lucharon por salvar el mundo. En 2060, ¿quién luchará para recuperarlo? Un extraño accidente les dio a cuatro amigos la fuerza y las habilidades que los diferenciaban de los hombres normales, ¡y usaron estas habilidades para luchar contra la marea del mal como Danger Unlimited! Avancemos rápidamente al futuro lejano, cuando la batalla interminable está llegando a su fin y el lado de la justicia está perdiendo; la Tierra ha sido conquistada por una raza alienígena y los humanos con superpoderes han sido apresados. La raza humana necesita algo de ayuda, algo de verdadero poder, si va a cambiar el rumbo y recuperar la Tierra. Se necesita otro Danger Unlimited".
Connie & Calvin Carson
Cuando comencé a leer Danger Unlimited por primera vez, exactamente 25 años después de la fecha de publicación original, inmediatamente me sentí fascinado por el mundo que John Byrne había creado. El legendario autor se las arregla para aprovechar ese impulso creativo que lo convirtió en una superestrella en títulos como Fantastic Four, y debo decir que sentí la misma emoción y anticipación que tuve cuando leí Fantastic Four de Byrne. Este fue claramente un proyecto de pasión, algo que Byrne realmente quería hacer, e incluso el relato secundario de Torch of Liberty es increíble; este es el tipo de historias que se podrían haber contado sobre el Capitán América, si Marvel no hubiese necesitado apaciguar a la Autoridad del Código de los Comics. Este relato secundario está escrito por Byrne e ilustrado por su yerno, Kieron Dwyer.
Hellboy
El primer arco de la historia de Danger Unlimited es The Phoenix Agenda, que consta de 4 partes: "Renacimiento" (publicado originalmente en Danger Unlimited # 1, febrero de 1994), "Descubrimiento" (Danger Unlimited # 2, marzo de 1994), "Metamorfosis" (Danger Unlimited # 3, abril de 1994) "Génesis" (Danger Unlimited # 4, mayo de 1994). Mi capítulo favorito es probablemente el segundo, en el que vemos cómo 4 aventureros obtienen poderes y habilidades únicos; en "Descubrimiento", el doctor Robert Carson y sus hijos Calvin Carson y Connie Carson se encuentran con Worley, y juntos deciden explorar una enorme nave espacial que aterrizó en la Tierra hace siglos. Siempre hay algo tremendamente atractivo en la idea de que la vida extraterrestre entró en contacto con la humanidad en el pasado, y aunque esta idea había sido utilizada previamente por Byrne en Fantastic Four y Superman, todavía logra sorprender al lector y crear suspenso a la altura de este gran maestro de la narrativa.
Calvin Carson
El arte de Byrne en Danger Unlimited es impresionante. En 1994, Byrne todavía estaba en la cúspide. E incluso si siempre digo que Next Men fue su última gran obra, Danger Unlimited es igual de genial. El colorista Matt Webb también hace un trabajo magnífico aquí. Finalmente, Byrne experimentó con una forma única de sombreado "lograda con Duo-Shade, que es un tablero tratado químicamente. Impresos en la superficie en azul no reproducible hay dos patrones (opciones de líneas o puntos) que se vuelven visibles para la cámara cuando se pintan con productos químicos especiales”. Todas las portadas fueron pintadas y entintadas por Byrne, y luego pintadas a mano por el artista Gary Cody. Desafortunadamente, el colapso de la industria del cómic en los 90s finiquitó el título antes de que Byrne tuviera la oportunidad de terminar lo que parecía ser una historia extremadamente prometedora. Una lástima.

March 7, 2018

The Vision - Tom King & Gabriel Hernandez Walta

It is very rare to find superhero comics that cross the feeble barrier that divides entertainment from art; and when I find a title that does, I feel incredibly fortunate. Tom King’s Vision is certainly art and is also a magnificent example of what can be done with superheroes. Thanks to a clever, flawless narrative, King describes humanity through the perspective of the Vision, a synthezoid who decides to act and live as a human being. “I am the Vision of the Avengers. I have saved this planet thirty-seven times”, explains the protagonist. What makes him a hero, however, is not his superpower, or his Avengers membership, but rather his stoic efforts toward being humanized. In his search for humanity, this android proves how inhuman the rest of the world can be, and how truly valuable impossible dreams are.
Mike Del Mundo
Considered as “A comic-book masterpiece” by the New York Times and winner of the Eisner Award, The Vision was released in 2016. And in 12 extraordinary issues, Tom King creates an entire new life for the synthezoid hero. The Vision has decided to be as human as possible, and for that reason he designs and builds that which he cannot create naturally: a family. A robotic wife, named Virginia, and two children, named Viv and Vin; he programs them in such a way that they can learn and act freely, and these new androids start acting like real people, Virginia acts the way a wife would, and Viv and Vin start questioning everything and experimenting in ways only teenagers would.
Mike Del Mundo
The Visions move to a peaceful suburb, 15 miles west of Washington DC. Vision’s neighbors are described as people who arrived to Washington when they were young, when they were political activists full of ideas and dreams, people who wanted to change the world and who, in the end, gave up all those dreams to embrace reality, to settle down, to get married and have kids: “With bills to pay, they left their small government jobs; they became lobbyists and lawyers and managers. They moved out to the suburbs for the schools. They made the compromises that are necessary to raise a family”. The Visions will also have to learn how to make those compromises, and it’s especially fascinating to observe how, in this perfect neighborhood, a terrible tragedy starts to unfold the moment they set foot on it.
Marco D'Alfonso
The Visions will face a unique kind of discrimination. They are not humans, after all. They are machines. But they’re programmed to think and react like humans, and when the men and women around them reject them that causes emotional pain, and inevitably it also causes a special connection between the Visions and the readers. In King’s series, there are only a few minor glimpses of Vision’s superhero facet. This is not a story about heroes and villains, this is a story about relationships, about humans, about the way we interact with people and especially the way we help or hurt those who are closest to us. 
Mike Del Mundo
Every issue written by King presents a meaningful dilemma that this peculiar family must face. For Vin, the teenaged son, the most urgent question is what it means to be normal and how to adapt to high school (questions he tries to answer by compulsively reading William Shakespeare’s plays); for Virginia, however, the greatest concern is how to conceal the fact that she has accidentally killed the man who attacked his daughter Viv. As the story progresses, we see how Virginia is blackmailed by a man who has evidence of her transgression, which in the end is not killing in self-defense but rather lying to her husband and trying to get rid of the body.
Mike Del Mundo
“With The Vision we have a multilayered story, tightly told from beginning to end, that plays with the form, foreshadows the future, examines the characters in a focused fashion and goes places the audience could never expect, with remarkable skill”, affirms Rich Johnston. And I completely agree with him. From the very beginning, King balances different times, different points of view and tells a story that goes from the past, to the present and the future, and then from the future, to the present and to the past. This is a complex and ambitious narrative unlike anything else published by Marvel or DC in recent years. There is an astonishing sense of symmetry that can only be compared with Alan Moore’s magnum opus, which is why I think Johnston makes that comparison by stating that “The Vision by Tom King, Gabriel Hernandez Walta and Jordie Bellaire is Marvel’s Watchmen”. 
Mike Del Mundo
King answers questions that no other writer had ever dared to pay attention to. For instance, the subtle and yet intense exploration of sexuality becomes even more captivating thanks to the fact that Vision and Virginia are not human, and yet they wish to be human, and if sex and eroticism is a basic element of what makes us human, how can they not try to experience all of that? Finding a romantic connection will also be Viv’s strongest desire, and when she finds that in C.K., a boy who doesn’t discriminate her for being an android, life changes for her. Suddenly, becoming human seems to be within her reach. Because if she can be loved by a human being then that means she’s no longer a machine. But things are never easy for the Visions. And after Virginia confronts the man who has been blackmailing her, she also finds herself involved in the accidental death of C.K., the only boy at school who accepted Viv for what she was.
A unique family / una familia única

What was supposed to be an idyllic life in the suburbs, is slowly turning out to be a nightmare. Plagued by guilt and remorse, Virginia starts withdrawing from the others, and her relationship with Vision falls apart. “Vision thought he could make a family. A happy, normal family. It was merely a matter of calculation. The right formula, shortcut, algorithm”. But Vision’s conception was erroneous because there is no such thing as a happy family, there are always conflicts, dramas, laughter and tears, fights and reconciliations, good and bad memories. And in this process, Vision understands that what makes us human is not perfection or pure happiness, but rather our ability to overcome unhappiness and to keep on fighting even when there seems to be no hope at all: “every day all men and women make this same choice. To go on even though they cannot possibly go on”, explains Vision.


King not only takes us into Vision’s past, with some wonderful flashbacks of his relationship with the Scarlet Witch, but also rescues such memorable characters like Victor Mancha (who was created by Brian K Vaughan in the pages of Runaways, another splendid Marvel series that I should review one day). Victor Mancha is an android designed to blend in with humans, and as he spends a few weeks with the Visions, he becomes a member of the family, until another tragic accident takes place: the death of Vin. King describes Victor as an android capable of developing an addiction, and it is this addiction that makes him lose control over his powers thus annihilating Vision’s son. This is the most heartbreaking moment of the series. Vin’s death will destroy Virginia’s last remains of sanity, and will make Vision question his most fundamental beliefs. Is Victor really responsible for Vin’s death? Or is Victor’s addiction the only reason why this accident happened?  

High school is never easy / la secundaria nunca es fácil

King constantly quotes William Shakespeare from the beginning of the series, and much like in the plays of the immortal playwright, there is always more than one tragic death. After Vision makes the decision to kill Victor to avenge his son’s death, Virginia decides to kill Victor first and thus prevent her husband from becoming a murderer. “You… saved the world… thirty-seven times. I saved… it… once”, whispers Virginia. 


Of course, this is also a very special book thanks to the wonderful covers by Mike Del Mundo (a very talented artist who creates a sort of ironic Norman Rockwell painting in which the American suburb is anything but harmless). And I should also talk about Gabriel Hernandez Walta’s magnificent art (which is always tremendously expressive and elegant) and Jordie Bellaire’s beautiful coloring (every detail has been planned in advance, and so in the first issues the Visions arrive to their new home during autumn and there is a warm orange tone that is always present, and in subsequent issues, the main tones are colder, bluer, announcing the loss of warmth and also the coldness of death). For this and many other reasons I chose The Vision as the best ongoing series and Tom King as the best writer in the 2016 Arion’s Achievement Awards
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Es muy inusual encontrar cómics de superhéroes que crucen la delicada barrera que divide al entretenimiento del arte; y cuando encuentro un título que lo logra, me siento increíblemente afortunado. Vision de Tom King es ciertamente arte y es también un magnífico ejemplo de lo que se puede lograr con los superhéroes. Gracias a una narración ingeniosa e impecable, King describe la humanidad desde la perspectiva de Vision, un sintezoide que decide actuar y vivir como un ser humano. “Soy la Visión de los Vengadores. He salvado este planeta treinta y siete veces”, explica el protagonista. Lo que lo convierte en un héroe, sin embargo, no es su superpoder, o su membresía de los Vengadores, sino más bien sus esfuerzos estoicos para humanizarse. En su búsqueda por alcanzar esa humanidad, este Android demuestra cuán inhumano puede ser el resto del mundo y cuán valiosos son los sueños imposibles.

Vin & Viv

Considerada como “Una obra maestra del cómic” por el New York Times y ganadora del Premio Eisner, The Vision se publicó en 2016. Y en 12 extraordinarios números, Tom King crea una nueva vida para el héroe sintezoide. Vision ha decidido ser lo más humano posible, y por esa razón diseña y construye lo que no puede crear naturalmente: una familia. Una esposa robótica, llamada Virginia, y dos hijos, llamados Viv y Vin; y los programa de tal manera que puedan aprender y actuar libremente, así estos nuevos androides comienzan a actuar como personas reales, Virginia actúa como lo haría una esposa, y Viv y Vin comienzan a cuestionarlo todo y a experimentar como sólo podrían hacerlo un par de adolescentes.

La familia Vision se muda a un suburbio tranquilo, a 15 millas al oeste de Washington DC. Los vecinos de Vision son descritos como personas que llegaron a Washington cuando eran jóvenes, cuando eran activistas políticos llenos de ideas y sueños, personas que querían cambiar el mundo y que, al final, abandonaron todos esos sueños para aceptar la realidad, para establecerse, casarse y tener hijos: “Con facturas que pagar, dejaron sus pequeños empleos en el gobierno; se convirtieron en lobistas, abogados y gerentes. Se mudaron a los suburbios por las escuelas. Hicieron los compromisos que son necesarios para formar una familia”. Los Visions también tendrán que aprender a hacer esos compromisos, y es especialmente fascinante observar cómo, en este barrio perfecto, una terrible tragedia comienza a desarrollarse en el momento en que ponen pie allí.

A normal family? / ¿una familia normal?

Los Visions enfrentarán un tipo único de discriminación. No son humanos, después de todo. Son máquinas. Pero están programados para pensar y reaccionar como los humanos, y cuando los hombres y las mujeres a su alrededor los rechazan eso les causa dolor emocional, e inevitablemente también causa una conexión especial entre los Visions y los lectores. En la serie de King, solo hay unos pocos atisbos de la faceta superheroica de Vision. Esta no es una historia sobre héroes y villanos, esta es una historia sobre las relaciones, sobre los humanos, sobre la forma en que interactuamos con las personas y especialmente la forma en que ayudamos o lastimamos a quienes están más cerca de nosotros.


Cada tema escrito por King presenta un dilema significativo que esta peculiar familia debe enfrentar. Para Vin, el hijo adolescente, la pregunta más urgente es qué significa ser normal y cómo adaptarse a la escuela secundaria (preguntas que intenta responder leyendo compulsivamente las obras de William Shakespeare); para Virginia, sin embargo, la mayor preocupación es cómo ocultar el hecho de que ella ha matado accidentalmente al hombre que atacó a su hija Viv. A medida que avanza la historia, vemos cómo Virginia es chantajeada por un hombre que tiene pruebas de su transgresión, que al final no es el hecho de matar en defensa propia, sino que le mienta a su marido y trate de deshacerse del cadáver.


“Con The Vision tenemos una historia multifacética, minuciosamente contada de principio a fin, que juega con la forma, prefigura el futuro, examina a los personajes de una manera bien enfocada y va a lugares que la audiencia nunca podría esperar, con una habilidad notable”, afirma Rich Johnston. Y estoy completamente de acuerdo con él. Desde el principio, King balancea diferentes tiempos, diferentes puntos de vista y cuenta una historia que va del pasado, al presente y al futuro, y luego del futuro, al presente y al pasado. Esta es una narrativa compleja y ambiciosa a diferencia de cualquier otra publicación de Marvel o DC de los últimos años. Existe una asombrosa sensación de simetría que solo se puede comparar con la obra maestra de Alan Moore, por eso es que Johnston hace esa comparación al afirmar que “The Vision de Tom King, Gabriel Hernández Walta y Jordie Bellaire es el Watchmen de Marvel”.

The death of Vin / la muerte de Vin

King responde preguntas a las que ningún otro escritor se había atrevido a prestar atención. Por ejemplo, la exploración sutil pero intensa de la sexualidad se vuelve aún más cautivadora gracias a que Vision y Virginia no son humanos, y sin embargo desean ser humanos, y si el sexo y el erotismo son un elemento básico de nuestra humanidad, ¿cómo podrían evitar experimentar todo eso? Encontrar una conexión romántica también será el deseo más fuerte de Viv, y cuando la encuentra en C.K., un muchacho que no la discrimina por ser androide, la vida cambia para ella. De repente, convertirse en humana parece estar a su alcance. Porque si ella puede ser amada por un ser humano, eso significa que ya no es una máquina. Pero las cosas nunca son fáciles para los Visions. Y después de que Virginia se enfrenta al hombre que la ha estado chantajeando, ella también se ve involucrada en la muerte accidental de C.K., el único chico en la escuela que aceptaba a Viv tal como ella era.


Lo que se suponía que sería una vida idílica en los suburbios, poco a poco se está convirtiendo en una pesadilla. Plagada de culpa y remordimiento, Virginia comienza a aislarse de los demás y su relación con Vision se desmorona. “Vision pensó que podría formar una familia. Una familia feliz y normal. Era sólo una cuestión de cálculo. La fórmula correcta, el atajo, el algoritmo”. Pero la concepción de Vision era errónea porque no existe una familia feliz, siempre hay conflictos, dramas, risas y lágrimas, peleas y reconciliaciones, buenos y malos recuerdos. Y en este proceso, Vision entiende que lo que nos hace humanos no es la perfección o la felicidad pura, sino nuestra capacidad para superar la infelicidad y seguir luchando incluso cuando parece que no hay ninguna esperanza: “todos los días, todos los hombres y mujeres hacen esta misma elección. Seguir adelante aunque ya no les sea posible continuar”, explica Vision.


King no sólo nos lleva al pasado de Vision, con algunos recuerdos maravillosos de su relación con la Bruja Escarlata, sino que también rescata a personajes memorables como Víctor Mancha (que fue creado por Brian K Vaughan en las páginas de Runaways, otra espléndida serie de Marvel que debería reseñar algún día). Víctor Mancha es un androide diseñado para parecerse a los humanos, y mientras pasa algunas semanas con los Visions, se convierte en un miembro de la familia, hasta que ocurre otro trágico accidente: la muerte de Vin. King describe a Victor como un androide capaz de desarrollar una adicción, y es esta adicción lo que le hace perder el control sobre sus poderes aniquilando así al hijo de Vision. Este es el momento más desgarrador de la serie. La muerte de Vin destruirá los últimos restos de cordura de Virginia y hará que Vision cuestione sus creencias más fundamentales. ¿Victor es realmente responsable de la muerte de Vin? ¿O es la adicción de Víctor la única razón por la que ocurrió este accidente?

Avengers versus Vision
King cita constantemente a William Shakespeare desde el comienzo de la serie, y al igual que en las obras del dramaturgo inmortal, siempre hay más de una muerte trágica. Después de que Vision toma la decisión de matar a Víctor para vengar la muerte de su hijo, Virginia decide matar primero a Víctor y así evitar que su esposo se convierta en un asesino. “Tú... salvaste el mundo... treinta y siete veces. Yo... lo salvé... una vez”, susurra Virginia.

Por supuesto, esta es también una colección muy especial gracias a las maravillosas portadas de Mike Del Mundo (un artista muy talentoso que crea una especie de pintura irónica a lo Norman Rockwell en la que el suburbio estadounidense es de todo menos inofensivo). Y también debería hablar sobre el magnífico arte de Gabriel Hernández Walta (que siempre es tremendamente expresivo y elegante) y el hermoso colorido de Jordie Bellaire (cada detalle ha sido planeado con anticipación, así que en los primeros números los Visions llegan a su nuevo hogar durante el otoño y hay un tono anaranjado cálido que siempre está presente, y en las episodios posteriores, los tonos principales son más fríos, más azules, anunciando la pérdida de la calidez y también la frialdad de la muerte). Por esta y muchas razones más elegí a The Vision como la mejor serie mensual y a Tom King como el mejor escritor en los
 Arion’s Achievement Awards del 2016.

March 1, 2018

February Films / Películas de febrero

In the shortest month of the year I only had time for one movie: Daniel Espinosa’s Life (2017). Combining horror and science fiction often leads to amazing results. I particularly enjoyed the way the suspense builds up in Life, as 6 astronauts experiment with a microorganism from Mars; slowly but surely, this new lifeform becomes a dangerous creature. There are some really intense sequences that will keep everyone at the edge of their seats; previous to the confrontation against the creature, the director introduces a group of compelling characters, played by Jake Gyllenhaal (Demolition), Ryan Reynolds (Woman in Gold), Rebecca Ferguson, Hiroyuki Sanada, Olga Dykhovichnaya and Ariyon Bakare.
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En el mes más corto del año, sólo tuve tiempo para una película: Life (2017) de Daniel Espinosa. La combinación de terror y ciencia ficción a menudo conduce a resultados sorprendentes. Disfruté particularmente la forma en que el suspenso va en aumento en Life. 6 astronautas experimentan con un microorganismo de Marte; lenta pero seguramente, esta nueva forma de vida se convierte en una criatura peligrosa. Hay algunas secuencias realmente intensas que mantendrán a todos en vilo; antes del enfrentamiento contra la criatura, el director presenta un grupo de personajes interesantes, interpretados por Jake Gyllenhaal (Demolition), Ryan Reynolds (Woman in Gold), Rebecca Ferguson, Hiroyuki Sanada, Olga Dykhovichnaya y Ariyon Bakare.

July 25, 2017

Planetary # 18 - Warren Ellis & John Cassaday

When Jules Verne wrote “From the Earth to the Moon” in the late 19th century, he was inadvertently promoting the incipient genre of science-fiction. The concept of men traveling to the moon was still fresh and brand new, and in the hands of Verne this idea was convincing, solid and, above all, bursting with verisimilitude.

Many decades before NASA existed, Verne was already concocting theories, calculating trajectories, and proposing some unorthodox but rather charming ways of transporting a group of people outside our planet. For the French novelist, the solution was as simple as it was symbolic (a nod to America’s love for guns): the construction of a large cannon able to shoot a especially designed bullet. Inside this bullet, there were 3 men, ready to step foot on the moon for the first time in mankind’s history.

Using all the science and imagination at his disposal, Verne sent those 3 men to the moon. Supported by his own enthusiasm and his unbreakable faith on human resourcefulness, in Verne’s mind there were no doubts about the happy outcome of such endeavor. For Warren Ellis, however, there are many questions that remain in the air. Perhaps influenced by British skepticism or simply by his own devotion towards 19th century literature, Ellis focuses on the final fate of the Gun Club.

“The Gun Club” (published in Planetary # 18, February 2004) begins with Elijah Snow interrogating John Stone, the world’s best spy and a living tribute to the Cold War and the “Cold World”. As the leader of the Archeologists of the Impossible, Snow understands the importance of finding out what happened with the lost vessel of the Gun Club, which represents not only man’s first foray into space, but also the ingenuity of a group of adventurers in an era that lacked the necessary technology for such ambitious pursuits.
John Stone & Elijah Snow

Subtly, Ellis plays with the narrative possibilities of actually finding the launching site of the Gun Club. Of course, artist John Cassaday plays a crucial role in reconstructing this scenario, mixing in equal amounts a certain melancholy as well as a sense of decay and desolation. As Elijah Snow and his team of archeologists admire the abandoned construction of the world’s largest cannon, they soon find the bullet. It has reentered Earth’s atmosphere after a century and a half of drifting around the moon.  

Using her super-strength, Jakita Wagner opens the bullet-shaped rocket. And in an impressive splash page, Cassaday depicts the tragic end of the journey from the Earth to the moon. Crushed by the projectile’s acceleration, these 3 men had died seconds after the beginning of the journey. They were doomed to die for lack of oxygen, anyway. In Verne’s time, instead of vacuum of space people would talk about the aether, and in the novel these men had found a way to distill oxygen from the aether, which would have been absolutely useless since there is no such thing as aether surrounding planets. Furthermore, the inadequate design of the vessel and the extreme temperatures were also enough to cause the immediate death of the crew.

As Snow and Wagner walk around the remains of the launching site they reconcile the facts with the painful realization that, in 1851, these 3 men left behind their wives and their children to go to the moon, and they didn’t return until 150 years later. In the final page, Snow discovers that their families had been visiting the launching site for years, staring silently at the skies, waiting in vain for those lost explorers.  
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Cuando Jules Verne escribió “De la Tierra a la Luna” a fines del siglo XIX, auspició inadvertidamente el incipiente género de la ciencia ficción. El concepto del hombre que viajaba a la luna era todavía fresco y nuevo, y en las manos de Verne esta idea era convincente, sólida y, sobre todo, estaba llena de verosimilitud.
The end of the journey / el final del viaje
Muchas décadas antes de que la NASA existiera, Verne ya estaba inventando teorías, calculando trayectorias, y proponiendo algunas formas poco ortodoxas pero bastante encantadoras para transportar a un grupo de personas fuera de nuestro planeta. Para el novelista francés, la solución era tan simple como simbólica (un guiño al amor de Estados Unidos por las armas): la construcción de un gran cañón capaz de disparar una bala especialmente diseñada. Dentro de esta bala, había 3 hombres, listos para pisar la Luna por primera vez en la historia de la humanidad.
Jakita Wagner & Elijah Snow
Usando toda la ciencia e imaginación a su disposición, Verne envió a esos 3 hombres a la luna. Apoyado por su propio entusiasmo y su fe inquebrantable en el ingenio humano, en la mente de Verne no había dudas sobre el feliz resultado de semejante esfuerzo. Para Warren Ellis, sin embargo, hay muchas preguntas que permanecen en el aire. Quizás influenciado por el escepticismo británico o simplemente por su propia devoción hacia la literatura del siglo XIX, Ellis se centra en el destino final del Club de la Pistola.
The world's largest cannon / el cañón más largo del mundo

“El Club de la Pistola” (publicado en Planetary # 18, febrero del 2004) comienza con Elijah Snow interrogando a John Stone, el mejor espía del mundo y un tributo viviente a la Guerra Fría y al “Mundo Frío”. Como líder de los Arqueólogos de lo Imposible, Snow comprende la importancia de descubrir lo que sucedió con el bajel perdido del Club de la Pistola, que representa no sólo la primera incursión del hombre al espacio, sino también el ingenio de un grupo de aventureros en una época en la que carecían de la tecnología necesaria para tan ambiciosas actividades.

Sutilmente, Ellis juega con las posibilidades narrativas del hallazgo del sitio de lanzamiento del Club de la Pistola. Por supuesto, el artista John Cassaday juega un papel crucial en la reconstrucción de este escenario, mezclando en cantidades iguales cierta melancolía, así como una sensación de decadencia y desolación. Mientras Elijah Snow y su equipo de arqueólogos admiran la construcción abandonada del cañón más grande del mundo, encuentran la bala. Ha vuelto a entrar en la atmósfera de la Tierra después de un siglo y medio de estar a la deriva alrededor de la luna.

Usando su súper-fuerza, Jakita Wagner abre el cohete en forma de bala. Y en una impresionante página completa, Cassaday representa el trágico final del viaje de la Tierra a la Luna. Aplastados por la aceleración del proyectil, estos tres hombres habían muerto segundos después del comienzo del viaje. De todos modos, estaban condenados a morir por falta de oxígeno. En la época de Verne, en vez del vacío del espacio, la gente hablaba del éter, y en la novela estos hombres habían encontrado una manera de destilar oxígeno del éter, lo cual hubiera sido absolutamente inútil, ya que los planetas no están rodeados de éter. Además, el diseño inadecuado del vehículo y las temperaturas extremas también eran suficientes para causar la muerte inmediata de la tripulación.

Mientras Snow y Wagner caminan alrededor de los restos del sitio de lanzamiento reconcilian los hechos con la dolorosa constatación de que en 1851 estos 3 hombres dejaron atrás a sus esposas y a sus hijos para ir a la luna y no regresaron hasta 150 años más tarde. En la última página, Snow descubre que sus familias habían estado visitando el sitio de lanzamiento durante años, mirando en silencio los cielos, esperando en vano a los exploradores perdidos.

January 17, 2017

Judge Dredd: The Forever Crimes - John Wagner & Brian Bolland

In the 40s and 50s, the images of the future would always involve shiny rockets, smiling women with nice skirts and green Martians. In the 70s and 80s, however, the future was no longer bright, and the symbols of optimism were replaced by the threat of a nuclear holocaust, Earth’s pollution, overpopulation and so on. Evidently, it shouldn’t be a surprise to see that this post-apocalyptical vision would prevail in Judge Dredd. 

However, I think one of John Wagner’s greatest ideas was to include an element of black humor in the pages of Judge Dredd, just enough to counteract the excessive bleakness of a world devoid of hope. Another one of Wagner’s wise moves was to promote social criticism with stories like “The Forever Crimes” (originally published in 2000 AD Prog 120, July 1979). In the future there are still deceases that science cannot cure “but for some –the very rich– there will be a way to defeat death… a way to spin the last few hours of life into centuries…”.
The Forever Towers

The technology of cryonics and suspended animation has allowed the wealthiest citizens of Mega-City to cheat death. The idea is that if they only have a few hours of life, then they can artificially prolong their existence until such a time when a scientific breakthrough can provide them with an appropriate treatment. In the 50s, this story would probably be about the advanced medical science in the form of a panacea that makes everyone’s lives better and happier. Obviously that’s not the case here. It seems that in Mega-City One only the rich can afford the luxury of health.
Dr. James Julius Gold  versus Judge Dredd

When the relatives of the semi-dead are blackmailed, Judge Dredd visits the Forever Towers, and his investigation leads him to Dr. James Julius Gold. Brian Bolland’s art is absolutely exquisite, his richly detailed panels and his imaginative designs enhance an already appealing script. 

However, I would say that Bolland really gets a chance to break loose in “Punks Rule!” (2000 AD Prog 110, April 1979), a fast-paced story about a group of street delinquents who “judge” their victims before attacking them. The decadent urban setting aptly complements the menacing look of these “punks”, who boast colorful nicknames like Gestapo Bob Harris and Judge Filetooth. 

Filetooth, in fact, appears on the cover of Judge Dredd # 1 (a reprint edition published in the US by Eagle Edition, in 1983), defeated and even humiliated by a proud Dredd. This is one of Bolland’s most iconic covers, and one that I’m particularly fond of. 

Whenever I hear the phrase “Judge Dredd is the Law” this is the image that pops up in my head. This first issue also includes the inaugural chapter of the Judge Death saga, another Wagner/Bolland classic.   
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En los 40s y 50s, las imágenes del futuro mostraban siempre cohetes brillantes, mujeres sonrientes con faldas y marcianos verdes. En los 70s y 80s, sin embargo, el futuro ya no era brillante, y los símbolos del optimismo fueron reemplazados por la amenaza de un holocausto nuclear, la contaminación de la Tierra, la superpoblación, etc. Evidentemente, no debería ser una sorpresa ver que esta visión post-apocalíptica prevalecería en Judge Dredd.
Punks

Sin embargo, creo que una de las mejores ideas de John Wagner fue incluir un elemento de humor negro en las páginas de Judge Dredd, lo suficiente para contrarrestar la desolación excesiva de un mundo desprovisto de esperanza. Otro de los sabios movimientos de Wagner fue promover la crítica social con historias como “Los crímenes de la eternidad” (publicada originalmente en 2000 AD 120, julio de 1979). En el futuro todavía hay enfermedades mortales que la ciencia no puede curar “pero para algunos -los muy ricos- hay una forma de derrotar a la muerte... una forma de alargar esas últimas horas de vida en siglos...”.
Dredd is the Law / Dredd es la ley

La tecnología de la criogenización y la animación suspendida han permitido a los ciudadanos más ricos de Mega-City engañar a la muerte. La idea es que si sólo tienen unas pocas horas de vida, entonces pueden prolongar artificialmente su existencia hasta el momento en que un avance científico pueda proporcionarles un tratamiento adecuado. En los 50s, el tema de esta historia probablemente sería el avance de la ciencia médica y la posibilidad de mejorar la vida de todos. Obviamente ese no es el caso aquí. Parece que en Mega-City One sólo los ricos pueden permitirse el lujo de la salud.

Cuando los parientes de los semi-muertos son chantajeados, el Juez Dredd visita las Torres de la Eternidad, y su investigación lo lleva hasta el Dr. James Julius Gold. El arte de Brian Bolland es absolutamente exquisito, sus viñetas detalladas son un deleite y sus diseños imaginativos realzan un guión ya de por sí cautivador. 

Sin embargo, diría que Bolland realmente tiene la oportunidad de destacar en “Los punks son los jefes” (2000 AD 110, abril de 1979), una historia de ritmo rápido sobre un grupo de delincuentes callejeros que "juzgan" a sus víctimas antes de atacarlas. El ambiente urbano decadente complementa adecuadamente la mirada amenazadora de estos "punks", que cuentan con apodos coloridos como Gestapo Bob Harris y Judge Filetooth.

Filetooth, de hecho, aparece derrotado e incluso humillado por un orgulloso Dredd en la portada de Judge Dredd # 1 (una edición reimpresa y publicada en los Estados Unidos por Eagle Edition, en 1983). Esta es una de las portadas más emblemáticas de Bolland, y una que me gusta particularmente. 

Siempre que escucho la frase "El Juez Dredd es la Ley" esta es la imagen que aparece en mi cabeza. Esta primera edición también incluye el capítulo inaugural de la saga de Judge Death, otro clásico del tándem Wagner / Bolland.

November 20, 2015

Robo-Hunter: Verdus - John Wagner & Ian Gibson

Most of the time, we write about human beings. Writing about animals, aliens or sentient plants is a tough challenge, but one I believe a good writer should have no problem dealing with. After creating Judge Dredd, one of the most legendary characters of the UK, John Wagner didn’t slow down, not even one bit. Back in the late 70s, the pages of the sci-fi anthology 2000 AD were the ideal scenario to come up with fresh concepts and innovative storylines, and Wagner had a tremendous amount of ideas. In addition to Dredd, the British author would also be the creator of Strontium Dog (one of my favorite comics ever!) and, of course, Robo-Hunter Sam Slade.
Ian Gibson

“By rights no robot should go wrong. They were programmed never to go wrong. But they always did. I should know. I’ve made my living catching them for forty years” explains Slade in the initial chapter of “Verdus” (originally published in 2000 AD progs 76-84 and 100-112, from August 1978 to May 1979). The notion of robots turning against their human masters has usually been the inspiration for very dramatic tales, but Wagner would concentrate instead on the humoristic side with excellent results.

“When they get Slade, they stay slayed”, is the protagonist’s motto. The job of a bounty hunter specialized in rogue robots isn’t an easy one. But years of experience, street savvy and unflinching ingenuity are enough to turn this antihero into a very charismatic man. At the beginning of this saga he’s dispatched to Verdus, an entire planet colonized by robots, waiting to receive humans. But when humans arrive they never report back to Earth. Something fishy is going on, and Slade is the right man to find out the truth. 

With an entire planet of robots to play with, Wagner gives us some really hilarious sequences. One of my favorites is the one that takes place in an apartments building. Robots have been waiting the arrival of people for decades, but due to their faulty programming, they were unable to recognize humans, and thus the people from Earth had been labeled as Sims (simulated humans), and sentenced to a life of imprisonment. When Sam Slade arrives to Verdus, his first mission isn’t to rescue the humans or find out how things got out of control, his first and sole goal is to survive through the day. Besieged and attacked by robots in every street and every corner of Verdus, he ends up looking for temporary shelter in an abandoned residence. Except that there is no such thing as abandoned homes in Verdus, they’re all inhabited by robotic house appliances and even robotic furniture. The discussion between the robots is a celebration of absurdity taken to the extreme; indeed, while some of them admit being “bored out of my circuits”, waiting for humans that never arrive, others aren’t sure about how to determine if Slade is the real deal or just another Sim. “After due consideration we’ve come to a decision […] our decision is that we are undecided”. However Boots, the cleverest robot of the bunch, decides to take Slade to SJ1, alias Smoking Joe, the first robot sent to Verdus, and the only robot in this planet that knows humans. 
Ian Gibson
After a long series of misadventures and extremely amusing confrontations, Sam Slade figures out what must be done. In the process we also get to know the robots so intimately that we can’t help it but to relate to them. Certainly, Wagner is such a brilliant writer that all his characters, humans and robots, are equally fascinating. One of my favorites is Commander Kidd, the 1-year-old pilot that smokes and swears constantly, and the only one that instead of solving problems actually wreaks havoc everywhere he goes; then there’s Cutie, Slade’s robometer, a devoted ally who detects robots and analyzes their weaknesses, while also talking very seductively to its human master; and how could I forget Smoking Joe? An old robot who acts like a harmless grandpa, constantly complaining about the new robotic generation, it may be a slow and clumsy machine, but one with a big heart inside his circuitry. There are many other memorable characters, such as B.O., a robot from the sewers who has been isolated for half a century, “accompanied” by its divided personality (the way it speaks to itself reminds us of creatures like Gollum, from The Lord of the Rings). Big Brain, the most powerful and highly evolved robot on Verdus, is also a flawed character ultimately overcome by its inner contradictions. And I could go on for hours.  
Ian Gibson
I must confess this isn’t the first time I’m reading Verdus. In fact, when I was in high school I used to re-read all of my 2000 AD comics at least once a year, and the issues got so worn-out that a few years ago I had to get rid of the old ones and buy a complete new set (in this case, the Eagle reprints of 1984). So obviously I’m a little bit biased here. Robo-Hunter has a lot of sentimental value to me. But, at the same time, re-reading it now, after so many years, I couldn’t stop laughing out loud over and over again, and as it so often happens with truly awesome literary works, I discovered things that I hadn’t noticed when I was a kid. And in the process my admiration for Wagner has increased considerably.
Sam Slade and Kidd, prisoners of Verdus / Sam Slade y Kidd, prisioneros en Verdus
Sam Slade’s co-creator is Ian Gibson (although Jose Ferrer also collaborated in the first chapter). Gibson had already proved he was a very talented artist in Judge Dredd and other 2000 AD stories, but in these pages he really unleashes all his imagination. He designed literally hundreds of different robot models, and he created a futuristic architecture of massive scale and even greater appeal. Furthermore, his commitment with the project was so strong that he became the only Sam Slade artist for years, even at the frenzy rhythm of this weekly publication, he managed to meet every deadline without neglecting the quality of his artwork. Together, Wagner and Gibson were responsible for this unique and charming creation.
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La mayor parte del tiempo, escribimos sobre seres humanos. Escribir sobre animales, alienígenas o plantas pensantes es un reto difícil, pero creo que un buen escritor no debería tener problemas afrontando semejante desafío. Después de crear a Juez Dredd, uno de los personajes más legendarios del Reino Unido, John Wagner no se durmió en sus laureles. A fines de los 70s, las páginas de la antología de ciencia ficción “2000 AD”, eran el escenario ideal para crear nuevos conceptos e historias innovadoras, y Wagner tenía una enorme cantidad de ideas. Además de Dredd, el autor británico también sería el creador de “Strontium Dog” (¡uno de mis cómics favoritos!) y, por supuesto, “Robo-Hunter Sam Slade”.
One fight after another / una pelea tras otra
“Definitivamente ningún robot debería estropearse. Fueron programados para nunca estropearse. Pero siempre se estropean. Lo sé muy bien. Durante cuarenta años me he ganado la vida capturándolos”, explica Slade en el capítulo inicial de “Verdus” (publicado originalmente en 2000 AD # 76-84 y 100-112, desde agosto de 1978 a mayo de 1979). La noción de robots que se enfrentan contra sus amos humanos ha sido usualmente la inspiración para relatos muy dramáticos, pero Wagner se concentró en el aspecto humorístico con excelentes resultados.
Malfunctioning robots get recycled / los robots estropeados se reciclan

“Cuando Slade les cae encima, ya nunca vuelven a levantarse”, es el lema del protagonista. El trabajo de un caza-recompensas especializado en robots renegados no es una tarea fácil. Pero años de experiencia, astucia callejera y un ingenio inquebrantable son suficientes para convertir a este antihéroe en un hombre muy carismático. Al comienzo de esta saga es enviado a Verdus, un planeta entero colonizado por robots, que están a la espera de recibir a los humanos. Pero cuando los humanos llegan pierden toda comunicación con la Tierra. Algo raro está pasando, y Slade es el único hombre capaz de descubrir la verdad.

Con todo un planeta de robots  a su disposición, Wagner nos entrega algunas secuencias realmente hilarantes. Una de mis favoritas ocurre en un edificio de apartamentos. Los robots han estado esperando la llegada de la gente desde hace décadas, pero debido a su programación defectuosa, no fueron capaces de reconocer a los seres humanos, y por lo tanto la gente de la Tierra había sido etiquetada como Sims (humanos simulados), y condenados a ser prisioneros de por vida. Cuando Sam Slade llega a Verdus, su primera misión no es rescatar a los seres humanos o averiguar cómo las cosas se salieron de control, su primer y único objetivo es sobrevivir. Asediado y atacado por robots en cada calle y cada esquina de Verdus, él termina buscando refugio temporal en una residencia abandonada. Excepto que no hay tal cosa como casas abandonadas en Verdus, todas están habitadas por electrodomésticos robóticos e incluso muebles robóticos. La discusión entre los robots es una celebración de lo absurdo llevada al extremo; de hecho, mientras algunos de ellos admiten su aburrimiento esperando a los seres humanos que nunca llegan, otros no están seguros acerca de cómo determinar si Slade es de verdad o simplemente otro Sim. “Después de la debida consideración hemos llegado a una decisión [...] nuestra decisión es que estamos indecisos”. Sin embargo Botas, el robot más listo del grupo, decide llevar a Slade a SJ1, alias Fumador Joe, el primer robot enviado a Verdus, y el único que conoce a los humanos.
Not even the sewers are safe / Ni siquiera las alcantarillas son seguras

Después de una larga serie de desventuras y enfrentamientos sumamente amenos, Sam Slade se da cuenta de lo que debe hacer. En el proceso también conocemos a los robots tan íntimamente que no podemos evitar identificarnos con ellos. Ciertamente, Wagner es un escritor tan brillante que todos sus personajes, humanos y robots, son igualmente fascinantes. Uno de mis favoritos es el Comandante Kidd, de 1 año de edad, un piloto que fuma y suelta groserías constantemente, y el único que en lugar de resolver problemas causa estragos dondequiera que va; luego está Cutie, la robómetro de Slade, una aliada fiel que detecta robots y analiza sus debilidades, mientras habla muy seductoramente con su amo humano; ¿y cómo podría olvidar a Fumador Joe? Un viejo robot que actúa como un abuelo inofensivo, quejándose constantemente de la nueva generación robótica, es una máquina lenta y torpe, pero con un gran corazón en medio de sus circuitos. Hay muchos otros personajes memorables, como B.O. un robot de las alcantarillas que ha estado aislado durante medio siglo, “acompañado” por su doble personalidad (la forma en la que se habla a sí mismo nos recuerda a criaturas como Gollum, de “El señor de los anillos”). El Gran Cerebro, el robot más poderoso y evolucionado en Verdus, es también un personaje defectuoso, vencido por sus contradicciones internas. Y podría seguir durante horas.

Debo confesar que esta no es la primera vez que leo “Verdus”. De hecho, cuando estaba en el colegio solía releer todos mis cómics de “2000 AD” por lo menos una vez al año, y los ejemplares quedaron tan gastados que hace unos años tuve que deshacerme de ellos y comprar un nuevo set completo (en este caso, las reimpresiones de Eagle de 1984). Así que, obviamente estoy un poco parcializado. Robo-Hunter tiene un gran valor sentimental para mí. Pero, al mismo tiempo, al volver a leerlo ahora, después de tantos años, no pude dejar de reírme a carcajadas una y otra vez, y como sucede tan a menudo con las obras literarias verdaderamente asombrosas, descubrí cosas que había pasado por alto cuando era niño. Y en el proceso, mi admiración por Wagner ha aumentado considerablemente.
Smoking Joe, Sam Slade, Boots & Kidd
El co-creador de Sam Slade es Ian Gibson (aunque José Ferrer también colaboró en el primer capítulo). Gibson ya había demostrado que era un artista muy talentoso en Juez Dredd y otras historias de 2000 AD, pero en estas páginas realmente desata toda su imaginación. Diseñó literalmente cientos de diferentes modelos de robots, y creó una arquitectura futurista de gran escala y de aun mayor atractivo. Por otra parte, su compromiso con el proyecto fue tan fuerte que se convirtió en el único artista de Sam Slade durante años; incluso al ritmo frenético de esta publicación semanal, se las arregló para cumplir con todos los plazos de entrega sin descuidar la calidad de su trabajo. Juntos, Wagner y Gibson fueron los responsables de esta creación única y encantadora.