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May 4, 2015

Miracleman # 15 - Alan Moore & John Totleben

Were I someone else I’d wish to god that I did not, but being god, have none to whom I might address such pleas”, explains Miracleman, lost in his thoughts and wandering the empty halls of Olympus. Even as an omnipotent deity, he is no stranger to remorse. He regrets what happened years ago in London. He still has nightmares about it. He remembers not just the destruction of the city, but rather more vividly the inhuman torture inflicted by Johnny Bates upon defenseless humans.

Alan Moore combines future and present in “Nemesis” (originally published in Miracleman # 15, November 1988), the unforgettable narrative climax of the Olympus saga, carefully suggesting the similitudes between Earth’s greatest superhero and his vengeful former sidekick. Artist John Totleben shares with us a remarkable splash page in which the vicious Johnny Bates is sitting down, looking not tired but rather mildly bored after hours of senseless destruction. Surrounded by countless decapitated heads and the ruins of what once was England’s capital, Bates awaits the arrival of the hero.

In his tormented and cruel mind, Bates has but one goal: to kill Miracleman. Of course, his former mentor is now accompanied by the emissary of the Warpsmiths, Miraclewoman and other allies. The ensuing battle is brutal and very impressive. One by one, all of Miracleman’s comrades fail to stop Bates. During the fight, Alan Moore describes the characters surprising powers and Totleben makes sure to translate his imaginative ideas and concepts into unique and haunting images.

“The battle, far too big to be contained by simple facts, has spawned so many different legends, each with its own adherents; as valid, if not more so, as the truth”, affirms Miracleman in his Olympian future. In two wonderful pages, Moore unleashes his creativity with six legendary reinterpretations of the Battle of London, the battle for the preservation of the world. 
Johnny Bates

In the end, Aza Chorn, Ambassador of the Warpsmiths, comes up with the right strategy to defeat Bates. Bates is like an immortal god of destruction, of death and war, he can be neither killed nor destroyed, but he can be hurt. And when hurt, he forgets he’s a superhuman creature and reacts like only a wounded normal human being would. The result: he utters the word that reverts him to his real self: a 13 year-old kid, still frightened and injured after the sexual abuse suffered in the previous chapter.
Miracleman kills his former ally / Miracleman mata a su ex-aliado

As orphans, Miracleman and Kid Miracleman had found in each other a surrogate family. They had been friends and partners for a long time. But things had changed as we saw in the beginning of the series. Now Miracleman finally understands that there can only by one solution, one heartbreaking alternative. He breaks Johnny’s skull, and then holds his lifeless body with the same agony a father would carry his son’s corpse. 

This unforgettable scene was first scripted as a single page “but feeling this key moment needed more space, Totleben expanded it to convey the depth of Miracleman’s anguish and the extent of London’s destruction”. Like a Renaissance artist that spends years painting the apocalypse or the infernal netherworld, Totleben devoted a considerable amount of time to one of the best double page spreads I’ve seen in my life. Like hell on Earth, like the consequence of an impossible war, we can admire in these two pages a mural of unprecedented artistic value, a dramatic composition that describes in outstanding detail the horror of Bates tanathic triumph. I could spend hours looking at this double page spread and I would still be shocked by the violent images of impaling, dismemberment, mutilation, beheading and death. Totleben takes a most visceral approach to devastation, and conveys the most intense human emotions in these two pages. Miracleman and the lifeless Johnny Bates are only a fraction of the apocalypse.

The final page is another masterful touch by Totleben; it occurs years after the catastrophe. Olympus has been placed above the last urban vestiges of what was once known as London. A melancholic and meditative Miracleman walks among the thousands of skeletons that guard the ruins of the obliterated metropolis. He sits down and takes a skull, just like Johnny Bates did on the initial splash page. Moore sums it all up brilliantly: “These charnel pastures serve as a reminder, a memento mori, never letting us forget that though Olympus pierce the very skies, in all the history of Earth, there’s never been a heaven; never been a house of gods… that was not built on human bones”.

To get a better understanding of this third volume I ask you to please check the following links:

Miracleman # 11 
http://artbyarion.blogspot.com/2015/01/miracleman-11-alan-moore-john-totleben.html

Miracleman # 12
http://artbyarion.blogspot.com/2015/02/miracleman-12-alan-moore-john-totleben.html

Miracleman # 13
http://artbyarion.blogspot.com/2015/03/miracleman-13-alan-moore-john-totleben.html

Miracleman # 14
http://artbyarion.blogspot.com/2015/04/miracleman-14-alan-moore-john-totleben.html
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Si yo fuera otro desearía pedirle a dios no ser yo mismo, pero al ser dios, no tengo a nadie a quien dirigir semejantes súplicas”, explica Miracleman, perdido en sus pensamientos y vagando por los pasillos vacíos del Olimpo. Incluso al ser una deidad omnipotente, no es ajeno al remordimiento. Él lamenta lo que sucedió hace años en Londres; algo que todavía le provoca pesadillas. Además de la destrucción de la ciudad, él recuerda vívidamente la tortura inhumana infligida por Johnny Bates a seres humanos indefensos.
Totleben's most dramatic scene / la escena más dramática de Totleben

Alan Moore combina futuro y presente en “Némesis” (publicado originalmente en Miracleman # 15, noviembre de 1988), el inolvidable clímax narrativo de la saga del Olimpo, en donde se sugiere cuidadosamente las similitudes entre el mayor superhéroe de la Tierra y su vengativo ex-compañero. El artista John Totleben comparte con nosotros una notable página en la que el cruel Johnny Bates está sentado, no se ve cansado, sino ligeramente aburrido después de horas de destrucción sin sentido. Rodeado de innumerables cabezas decapitadas y las ruinas de lo que alguna vez fue la capital de Inglaterra, Bates espera la llegada del héroe.

En su mente atormentada y maligna, Bates tiene un sólo objetivo: matar a Miracleman. Por supuesto, su antiguo mentor está acompañado por el emisario de los Warpsmiths, Miraclewoman y otros aliados. La batalla es brutal y sumamente impresionante. Uno por uno, todos los camaradas de Miracleman fracasan contra Bates. Durante la lucha, Alan Moore describe los sorprendentes poderes de estos personajes y Totleben se asegura de traducir sus ideas e imaginativos conceptos en imágenes únicas y arrebatadoras.

“La batalla, demasiado inmensa para ser contenida en hechos simples, ha dado lugar a tantas leyendas distintas, cada una con sus propios seguidores; tan válidas, o acaso más, que la verdad”, afirma Miracleman en su futuro olímpico. En dos páginas maravillosas, Moore da rienda suelta a su creatividad con seis reinterpretaciones legendarias de la batalla de Londres, la batalla por la salvación del mundo.
an intense fragment of the apocalypse / un intenso fragmento del apocalipsis

Al final, Aza Chorn, embajador de los Warpsmiths, piensa en la estrategia adecuada para derrotar a Bates. Bates es como un dios inmortal de la destrucción, la muerte y la guerra, y no puede ser matado ni destruido, aunque sí herido. Y cuando es herido, él olvida que es una criatura sobrehumana y reacciona tal como lo haría un ser humano normal. El resultado: pronuncia la palabra que lo convierte en su verdadero ser: un niño de 13 años de edad, todavía asustado y herido después del abuso sexual sufrido en el capítulo anterior.
Years after the destruction of London / años después de la destrucción de Londres


Al ser huérfanos, Miracleman y Kid Miracleman habían encontrado el uno en el otro a una familia sustituta. Habían sido amigos y socios durante mucho tiempo. Pero las cosas habían cambiado, como vimos en el comienzo de la serie. Ahora Miracleman finalmente entiende que solamente queda una solución, una desgarradora alternativa. Él rompe el cráneo de Johnny, y luego sostiene su cuerpo sin vida con la misma agonía de un padre que carga el cadáver de su hijo.
original cover by Totleben / portada original de Totleben

Esta escena inolvidable fue inicialmente concebida como una sola página “pero sintiendo que este momento clave necesitaba más espacio, Totleben la amplió para transmitir la profundidad de la angustia de Miracleman y el grado de destrucción de Londres”. Como un artista del Renacimiento que pasa años pintando el apocalipsis o el inframundo, Totleben dedicó una cantidad considerable de tiempo para una de las mejores páginas dobles que he visto en mi vida. Al igual que el infierno en la Tierra, como la consecuencia de una guerra imposible, podemos admirar en estas dos páginas un mural de valor artístico sin precedentes, una composición dramática que describe con sobresaliente detalle el horror del triunfo tanático de Bates. Podría pasar horas contemplando esta página doble y seguiría sorprendiéndome con las imágenes violentas de empalamiento, desmembramiento, mutilación, decapitación y muerte. Totleben adopta un enfoque visceral en relación a la devastación, y transmite las más intensas emociones humanas en estas dos páginas. Miracleman y un Johnny Bates sin vida son apenas una fracción de este apocalipsis.

La página final es otro toque magistral de Totleben; ocurre años después de la catástrofe. El Olimpo sobrevuela por encima de los últimos vestigios urbanos de lo que antes era Londres. Un Miracleman melancólico y meditativo camina entre los miles de esqueletos que custodian las ruinas de la metrópolis arrasada. Se sienta y sujeta un cráneo, tal como lo hace Johnny Bates en la página inicial. Moore resume todo brillantemente: “Estos pastos sepulcrales sirven como un recordatorio, un memento mori, que nunca nos permitirá olvidar que aunque el Olimpo perfora los mismísimos cielos, en toda la historia de la Tierra, nunca ha habido un paraíso; nunca ha habido una casa de los dioses... que no haya sido construida sobre huesos humanos”.

Para entender mejor este tercer volumen les pido que por favor revisen los siguientes links:

Miracleman # 11 
http://artbyarion.blogspot.com/2015/01/miracleman-11-alan-moore-john-totleben.html

Miracleman # 12
http://artbyarion.blogspot.com/2015/02/miracleman-12-alan-moore-john-totleben.html

Miracleman # 13
http://artbyarion.blogspot.com/2015/03/miracleman-13-alan-moore-john-totleben.html

Miracleman # 14
http://artbyarion.blogspot.com/2015/04/miracleman-14-alan-moore-john-totleben.html

February 4, 2015

The Wicked + The Divine # 1-5 - Kieron Gillen & Jamie McKelvie

The boy to my right falls to his knees, cum leaking from his crotch”, the girls fade out, hyperventilating, it’s the perfect orgasm, it’s what a total orgasm should feel like, and the only one who resists such an intense input of pleasure is Laura, a 17-year-old girl who loves the new and old gods that now walk upon the Earth: Amaterasu, Lucifer and the others, barely teenagers who claim to be the living incarnations of the most ancient divinities in the history of humankind.

But these gods and goddesses are not here to reenact empty rituals or demand reverence. On the contrary, they’re here to shine, brighter than the Apollonian sun, and to cast a shadow as deep as the Erebus night. They’re here to rock, they’re here to be pop idols, and their cult following is just beginning to increase.

“Once Again” (June 2014) is the first chapter of this magnificent exercise of creativity, brought to us by two of my favorite British authors: Kieron Gillen and Jamie McKelvie. They had already dealt with the difficult transit from adolescence to youth in the pages of 2013’s best ongoing series: “Young Avengers”. And now they’re back, reaffirming their indy roots, paying homage to other deities, making us remember that “Phonogram” is not over yet.

In “The No-Pinkie Pinkie Swear”, we see Laura trying to find Ananke “the absolute ruler of all destiny and fate, for both gods and mortals”. Nevertheless, Lucifer has another mission for Laura. As we’ve seen before, all gods are pop stars, worldwide famous, extremely popular figures, teen idols with millions of followers. Except for the Morrigan, an underground divinity that is always hard to find. “I’ve seen all the gods… except the Morrigan”, explains Laura.

“Chthonic Homesick Blues” explores even further the nature of these teenagers turned into gods; and how they rely on popularity and fans instead of orthodox worshipping; because the young deities never set foot on a temple but rather on the stages of hugely publicized concerts. In “The Immoral of the Tale”, Laura has the opportunity to visit Woden’s (Odin) Valhalla and meet the rest of the pantheon: Sakhmet, Minerva, Ananke, Baal and Amaterasu. Finally, in “Sympathy”, Lucifer is murdered in cold blood by Ananke. Her death is an unexpected plot twist, and it puts even more weight onto Laura’s shoulders.
Lucifer & Laura

Perhaps one of the greatest virtues of this new series is how it works as a “spiritual successor” to Young Avengers. As Joe Drake explains “If YA was high school, where you’ve got a specific end goal (graduate, get into a good school, etc.), WicDiv strikes me as the reeling period that comes next, whether you’re in college, working a job, or travelling”. Indeed, I also feel as if WicDiv is that amazing and yet completely chaotic transitional period between the high school era and the “what comes next?” moment that defines the lives of young adults.

At the end of “The Faust Act”, Laura understands the motivations of the gods better than ever. At the same time, the pantheon must mourn the loss of one of their own. As Gillen explains in the epilogue “Death sits there waiting, without even the polite offer of a game of chess before unceremoniously showing you the exit […] The question becomes how do you choose to spend that infinitely brief, precious time?”. 

Fresh and vibrant, the art of Jamie McKelvie becomes the ideal ally to Gillen’s scripts. McKelvie is so perfectly suited to draw young people that his pages add on to the juvenile energy of The Wicked + The Divine. I already had the pleasure of admiring his lines in the pages of Young Avengers, and here we can also welcome his creative character designs. I’m absolutely convinced that the second arc will be just as good as this one. 
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The head of the Morrigan / la cabeza de Morrigan

El chico a mi derecha cae de rodillas, el semen se chorrea por su entrepierna”, las chicas se desmayan, hiperventilando, es el orgasmo perfecto, es el orgasmo total, y la única capaz de resistir un placer tan intenso es Laura, una chica de 17 años que adora a los nuevos y viejos dioses que ahora caminan por la Tierra: Amaterasu, Lucifer y los demás, apenas adolescentes que claman ser las encarnaciones vivientes de las más antiguas divinidades en la historia de la humanidad.

Pero estos dioses y diosas no están aquí para recrear rituales vacíos o demandar reverencias. Por el contrario, están aquí para brillar, más luminosos que el sol de Apolo, y para proyectar una sombra tan profunda como la noche del Erebo. Están aquí para el rock, para ser ídolos pop, y el número de sus seguidores va en aumento. 

“Una vez más” (junio de 2014) es el primer capítulo de este magnífico ejercicio de creatividad, elaborado por dos de mis autores británicos favoritos: Kieron Gillen y Jamie McKelvie. Ellos ya habían lidiado con el difícil tránsito de la adolescencia a la juventud en las páginas de la mejor serie mensual del 2013: “Young Avengers”. Y ahora están de vuelta, reafirmando sus raíces independientes, rindiendo homenaje a otras deidades, haciéndonos recordar que “Phonogram” aún no ha terminado. 

En “El no juramento del dedo meñique”, vemos a Laura intentando encontrar a Ananke “la que domina absolutamente todo el destino tanto para dioses como para mortales”. No obstante, Lucifer tiene otra misión para Laura. Como hemos visto antes, todos los dioses son estrellas pop, mundialmente famosos, figuras extremadamente populares, ídolos juveniles con millones de seguidores. Excepto Morrigan, una divinidad 'underground' que siempre es difícil encontrar. “He visto a todos los dioses… excepto a Morrigan”, explica Laura.
Valhalla

“Blues nostálgico Chthonico” explora aún más la naturaleza de estos adolescentes convertidos en dioses; y cómo se apoyan en la popularidad y en sus fans en vez de en la adoración ortodoxa; porque las jóvenes deidades nunca ponen un pie en un templo sino más bien en los escenarios de conciertos precedidos de muchísima publicidad. En “Lo inmoral del relato”, Laura tiene la oportunidad de visitar el Valhala de Woden (Odín) y conocer al resto del panteón: Sakhmet, Minerva, Ananke, Baal y Amaterasu. Finalmente, en “Simpatía”, Lucifer es asesinada a sangre fría por Ananke. Su muerte es un inesperado giro argumental, y pone aún más peso sobre los hombros de Laura.
The death of Lucifer / la muerte de Lucifer

Tal vez una de las grandes virtudes de esta nueva colección es que funciona como un “sucesor espiritual” de Young Avengers. Como explica Joe Drake “Si YA era la secundaria, en donde tienes una meta final específica (graduarte, entrar a una buena universidad, etc.), me parece que WicDiv es el periodo vacilante que viene a continuación, ya sea que estés en la universidad, trabajando, o viajando”. De hecho, yo también siento que WicDiv es ese periodo de transición asombroso y no obstante completamente caótico entre la época de la secundaria y el momento que viene después, que define las vidas de los jóvenes adultos.

Al final de “El acto de Fausto”, Laura entiende las motivaciones de los dioses mejor que antes. Al mismo tiempo, el panteón debe llorar la pérdida de uno de los suyos. Como explica Gillen en el epílogo “La muerte se sienta allí, esperándote, ni siquiera con un amable ofrecimiento de un juego de ajedrez antes de mostrarte la salida sin ceremonia alguna […] La pregunta se convierte en ¿cómo eliges gastar ese infinitamente breve y precioso tiempo?”. 

Fresco y vibrante, el arte de Jamie McKelvie es el aliado ideal para los guiones de Gillen. McKelvie es la opción perfecta para dibujar a jóvenes, y sus páginas suman energía juvenil a The Wicked + The Divine. Ya había tenido el placer de admirar sus trazos en las páginas de Young Avengers, y aquí también podemos darle la bienvenida a sus creativos diseños de personajes. Estoy absolutamente convencido de que el segundo arco será tan bueno como este.

November 28, 2011

Conan the Barbarian # 3 - Thomas & Windsor-Smith


Ever since I was a wee lad I had a fascination towards mythology. And I think good fantasy writers are able to come up with just that: a mythology, a pantheon of gods or godlike creatures. When Tolkien talks to us about elves and the ancient races of Middle Earth, he is taking us into the world of myth and legend, into a whole new universe that although it might resemble ours is, indeed, something different and special.

Robert E. Howard had centuries if not millennia of historical events in his head. His imagination was so rich that if not for his untimely death he could have written more novels about his most famous creation: Conan the Barbarian.

In the Hyborean Age, men worship gods and goddesses, and for every civilization there is a different pantheon. For the Cimmerians, there is Cromm, a deity that does not concede favors, that never interferes in the fates of men, and that, ultimately, is a synthesis of barbaric ideals: strength, bravery and independence.

Other people have gods that demand human sacrifices or absolute devotion, others have gods that take form and visit Earth, others have unfathomable divinities, others worship monstrous beasts or uncanny abominations which by all means should have never existed.

At the beginning of “Twilight of the Grim Grey God” (originally published in February 1971), Conan sets his gaze upon a tall, gray-haired man. The barbarian’s youthful arrogance prevents him from identifying this figure: a true god which in his fury grows as big as a mountain, right after summoning the Choosers of the Slain, a herd of spectral female figures that are a reinterpretation of Odin’s Valkyries. The task of these ethereal women is to gather the souls of men perished in battle; in Nordic mythology they would choose only those worthy of entering into Valhalla, as a reward for bravery. Here, the Choosers of the Slain undertake a similar task: “As in a nightmare, Conan beholds the twelve winged horses and their riders -- women in flowing silver garments, their golden hair streaming behind them -- their cold eyes fixed on some awesome goal beyond his ken”.

Conan soon runs into Dunlang, a Brythunnian noble man that finds in the young barbarian –despite his unsophisticated manners- a true ally. Indeed, Hyperborea and Brythunnia are on the verge of a boarder war, and since Conan had been captured and chained by the Hyperboreans a few days ago, he decides to join Dunlang’s army.

Conan had already had his baptism of fire in Venarium, but this is his first experience in a large scale war. And because now he’s not among barbarians he will soon discover that civilized man can plot against their very own brethren. At the same time, Conan does not understand the shameful attitude of King Brian, the monarch of Brythunnia, who stays in his royal tent instead of personally leading his army against King Tomar and his Hyperborean soldiers.

There are many intrigues in this third issue of Conan the Barbarian, as a mysterious woman tries to seize power after persuading key figures in both armies to follow her indications. None of this matters to the gods, because at the end of the day, the Choosers of the Slain will have thousands of souls at their disposal.

As I’ve commented before, a violent death usually awaits Conan’s friends (Olav is massacred in the first issue, and Kiord perishes in battle in the next issue). This occasion is no different, as Dunlang lowers his guard, convinced of his victory, and succumbs under Hyperborean steel.

Roy Thomas proves that he can handle many characters and develop multiple plotlines without detriment to the main plotline. On the other hand, Barry Windsor-Smith’s draws very attractive women: he knows how to exploit eroticism without incurring in the typical conventions. At the same time, he renders movement in the most graceful and naturalistic way; let’s just look at the Choosers of the Slain as they appear in the sky for the first time (the horses and the female bodies are ensnared in a beautifully choreographed dance); the images of the Brythunnian camp and the actual combat are also a fine example of Barry’s talent, always in constant evolution.  
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Desde que era un niño pequeño la mitología me fascinaba. Y creo que los buenos escritores de fantasía son capaces de crear precisamente eso: una mitología, un panteón de dioses o criaturas divinas. Cuando Tolkien nos habla sobre elfos y razas antiguas de la Tierra Media, nos lleva a un mundo de mito y leyenda, a un universo que aunque se asemeja al nuestro es, de hecho, diferente y especial.

Robert E. Howard tenía siglos y quizá milenios de eventos históricos en su cabeza. Su imaginación era tan rica que si no hubiese sido por su prematura muerte, podría haber escrito más novelas sobre su más famosa creación: Conan el bárbaro.

En la edad hibórea, los hombres creen en dioses y en diosas, y a cada civilización le corresponde un panteón diferente. Los cimerios tienen a Cromm, una deidad que no concede favores, que nunca interfiere en el destino de los hombres y que, en definitiva, es una síntesis de los ideales barbáricos: fuerza, valentía e independencia.

Otros pueblos tienen dioses que demandan sacrificios humanos o devoción absoluta, otros tienen dioses que toman forma humana y visitan nuestro planeta, otros tienen divinidades insondables, otros idolatran a bestias monstruosas o a extrañas abominaciones que nunca debieron haber existido.

Al inicio de "El crepúsculo del amargo dios gris" (originalmente publicado en febrero de 1971), Conan avizora a un hombre alto y canoso. La arrogancia juvenil del bárbaro le impide identificar esta figura: se trata de un verdadero dios, que lleno de furia crece hasta sobrepasar las montañas, no sin antes convocar a las Cosechadoras de los Masacrados, una horda espectral de figuras femeninas que son una reinterpretación de las valquirias de Odín. La tarea de estas mujeres etéreas es reunir las almas de los hombres que han perecido en batalla; en la mitología nórdica elegirían sólo a aquellos que merecen entrar al Valhala, como recompensa por su valentía. Aquí, las cosechadoras de los masacrados tienen una misión similar: "Como en una pesadilla, Conan contempla doce caballos alados y a sus jinetes -- mujeres en flotantes atuendos argentados, con cabelleras de oro recogidas en la nuca -- sus ojos fríos se dirigen hacia alguna asombrosa meta más allá de los límites".

Luego, Conan se encuentra con Dunlang, un noble britunio que encuentra en el joven bárbaro -a pesar de su falta de sofisticación- a un verdadero aliado. De hecho, Hiperbórea y Britunia están al borde de una guerra fronteriza, y como Conan había sido capturado y encadenado por los hiporbóreos días atrás, decide unirse al ejército de Dunlang.

Conan ya había tenido su bautismo de fuego en Venarium, pero esta es su primera experiencia en una guerra a gran escala. Y lejos de los bárbaros, descubrirá las maquinaciones e intrigas del hombre civilizado. Al mismo tiempo, Conan no comprende la actitud vergonzosa del rey Brian, el monarca de Britunia, quien se queda en su tienda real en vez de liderar personalmente a su armada en contra del rey Tomar y sus soldados hiperbóreos.
my drawings / mis dibujos

Hay muchas intrigas en este tercer ejemplar de Conan el bárbaro; de hecho, una misteriosa mujer intenta destronar a uno de los monarcas, persuadiendo o sobornando a figuras claves en ambos ejércitos. Nada de esto le interesa a los dioses, porque al final del día, las cosechadoras de los masacrados tendrán miles de almas a su disposición.

Como he comentado previamente, a los amigos de Conan usualmente les espera una muerte violenta (Olav es asesinado en el primer número, y Kiord cae en batalla en el siguiente). Esta ocasión no es distinta, y cuando Dunlang baja la guardia, convencido de la victoria, sucumbe bajo el acero hiperbóreo.

Roy Thomas demuestra que puede manejar a muchos personajes y desarrollar múltiples líneas argumentales. Por otro lado, Barry Windsor-Smith dibuja mujeres muy atractivas: sabe cómo explotar el erotismo sin incurrir en las convenciones típicas: crea movimiento con gracia, de manera naturalista. Basta con mirar a las cosechadoras de los masacrados cuando aparecen en el cielo por primera vez (los caballos y los cuerpos femeninos están engarzados en una danza bellamente coreografiada); las imágenes del campamento britunio y del combate son buenos ejemplos del talento de Barry, siempre en constante evolución.